jueves, 4 de junio de 2020

LAS RAÍCES DEL TEQUILA



Si te encuentras leyendo esto es porque eres fan del tequila y seguramente tus mejores momentos han tenido que ver con esta maravillosa bebida ancestral, pero ¿qué tanto sabes del tequila?

Te invito a que sigas leyendo y así como yo te sientas atrapado con su historia.



Comencemos con sus leyendas, como bien mencionamos el tequila es una bebida de origen ancestral, pero es ahí donde me pregunto ¿por qué es considerado ancestral?

Bien, todo surge de una joven y bella diosa azteca llamada Mayahuel quien es conocida como “la diosa del maguey o el tequila”, ella vivía en el cielo con su terrible abuela Tzintzimitl uno de los demonios celestiales de la oscuridad que intentaban impedir que el sol saliera.





Por otro lado, estaban los dioses del panteón mexica quienes sentían lástima por los hombres al ver que tenían comida, pero nada que les alegrara el corazón. Comenzaron a discutir sobre qué podrían regalarles para producirles placer o gozo, pensaron en comida dulce, telas, pero nada era lo suficientemente satisfactorio.


Entonces fue cuando Quetzalcóatl recordó a Mayahuel, quien poseía una planta mágica además de estar relacionada con la tierra y la fertilidad. Así que, sin pensarlo, Quetzalcóatl convertido en viento fue a buscarla con la tarea de traerla a la tierra, al encontrarla y convencerla con sus suaves palabras la bella joven huyó con Quetzalcóatl, en su camino hacia la tierra la pareja se enamoró y se prometieron amor eterno al finalizar su misión. 


Al llegar a la tierra los dos se convirtieron en un árbol de dos ramas, pero por desgracia ese hecho no tardó en ser descubierto por la abuela y con toda la frialdad ella y sus compañeras bajaron a matarlos.

En el apogeo de la lucha cósmica, Quetzalcóatl se salvó, pero Mayahuel murió devorada por las estrellas. 
Sus restos fueron recogidos por Quetzalcóatl quien acudió a enterrarlos. Posteriormente nació la primera planta de agave, planta que brindó a los mexicas los dones necesarios para vivir.


Poco tiempo después se dice que una tormenta abatió sobre el campo de agaves y varios rayos cayeron sobre dichas plantas quemándolas por horas cociendo el corazón de estas, provocando que el cocimiento de los almidones diese una miel con un aroma único. Tras penetrante y agradable aroma, los indígenas acudieron al lugar donde ocurrió este fenómeno, al encontrarse ahí lo primero que hicieron fue probar dicha miel y al sentir su sabor dulce lo consideraron como un regalo divino de Mayahuel.

Por lo que a partir de ese momento le rindieron culto y lo comenzaron a utilizar en ritos ceremoniales.





Triste pero hermosa leyenda, ¿no? Los espero en la próxima entrega para comenzar con la historia de esta gran bebida orgullosamente mexicana.

Y recuerden, estiro el brazo, doblo el codo y me lo tomo todo. ¡Salud!


Referencias: 


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