viernes, 24 de julio de 2020

MARIDAJES CON MEZQUILA

Si bien ya vimos las raíces, procesos y puntos importantes del tequila y el mezcal, es momento de conocer el maridaje de estos, pues el comer y beber es uno de los placeres más grandes y nada mejor que hacerlo correctamente. 


Primero que nada, ¿qué es el maridaje? 

El significado más común es la unión íntima o armoniosa de dos cosas entre si y en gastronomía, se define como el arte de combinar de manera agradable las texturas, sabores y aromas de alimentos y bebidas. Buscando potencializar sus cualidades, obteniendo el placer de la experiencia culinaria. 

Es habitual pensar que el maridaje solo se realiza con los vinos, pero hoy en día se extiende con otro tipo de bebidas, como la cerveza, whisky y en su caso el tequila o el mezcal. 

A continuación, tenemos algunos tipos de maridaje: 

• Por semejanza o complemento.
Consiste en combinar sabores, sensaciones y aromas similares. Busca la armonía entre sabores, para realzar las cualidades de la bebida y la comida.

•Por contraste 
Con el contraste se busca obtener nuevas sensaciones, salir de lo tradicional para encontrar un equilibrio entre aromas y sabores opuestos. 

•Regional o por proximidad.
Este tipo de maridaje se basa en la combinación de una bebida de determinada zona con los alimentos de esta.



Ahora, cuando se trata de maridar un mezcal, existen varias posibilidades de combinación pues se lleva bien con sabores dulces, amargos, agrios y salados.

Un mezcal joven, va con sabores muy marcados y de complejidad como el mole o condimentos, ya que estos no compiten, simplemente mejoran la experiencia pues balancean un dulzor-picante con lo ahumado del mezcal. 

Por otro lado, el mezcal reposado tiene un toque ahumado más intenso por lo que combina a la perfección con sabores que provee el carbón a las carnes y guarniciones como: chorizos, embutidos, salsas o cebollas. O en su caso simplemente se puede acompañar de platos fuertes tradicionales, como el pozole o una buena birria.


Ahora, un mezcal añejo tiene un sabor a madera intenso debido a su tiempo de maduración, haciendo que este perdure más tiempo en el paladar, por lo que el acompañante perfecto son las botanas o platillos al centro como lo son los quesos, embutidos, chapulines, sopes y demás botanas mexicanas. 


Por último, tenemos un mezcal madurado en vidrio, este permanece más de 12 meses bajo tierra, obteniendo un sabor ligero y un poco cítrico. Este va muy bien con mariscos, como ceviches, pescados a las brasas o un pulpo a la mantequilla.


Y no nos olvidemos del postre, el mezcal también puede acompañar alguna creación chocolatada pues, así como con el mole, el ahumado y el dulzor en los postres se vuelven una dupla perfecta para la boca.


Pasemos al maridaje del tequila

Se recomienda que los tequilas blancos o jóvenes se acompañen con platos ligeros como lo son los pescados, mariscos e incluso ensaladas o vegetales cocidos, ya que, por su sabor sedoso e incluso dulce, hacen una perfecta combinación. 

Para el reposado, es recomendable unirlo con sabores complejos o tradicionales. En el caso de platillos mexicanos serian el mole, enchiladas, tacos e incluso chiles en nogada. Por otro lado, también entrarían aquí las aves, carnes rojas o pastas. 

En el caso del tequila añejo se recomienda combinarlo con sabores fuertes o picantes como la cochinita pibil, birria o garnachas. 


Y para finalizar, los tequilas extra añejos al ser los más maduros, suelen ser recomendados para combinar con postres o platos dulces, ya que el contraste en sus sabores crea una sensación única. 


Así que ahora ya lo saben, ¡salud y buen provecho!

Referencias:
https://bit.ly/2CKHJEj
https://bit.ly/3g00rpZ

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